Vuelta helénica al sol #38

Desde hace varios años empecé esta tradición de hacerme un auto regalo en esta fecha, vino en realidad como ventaja que en Argentina mi cumpleaños es feriado y siempre tenía esa ventaja, de regalarme un destino nuevo. Esta vez es fue muy especial, no solo es la primera vez que lo hago solo, sino que además lo he podido hacer teniendo posibilidades que hasta ahora nunca había podido.

El templo de Poseidon

El año pasado el regalo fue justamente poder llegar a Alemania, de ahí que eligiese llegar en Julio y fue “solo” eso (que no es poca cosa) recuerdo que me compre una torta, un whisky que me había traído de Argentina y nada más. Esta vez quería hacer algo diferente, más aún después del episodio del desencanto con Alemania que conté antes. Quería irme a Escocia y recorrer las tierras altas, es un lugar precioso, pero luego desistí por un tema de costos. ¡Empecé a buscar otro destino y apareció a la distancia Grecia! Vengo re-manija (es como una especie de mini obsesión, no sé cómo decirlo en no-argentino) con el mundo antiguo desde que visite la isla de los museos! ¡Así que ahí me fui! 5 días maravillosos en conexión con ese mundo antiguo y otro que no tanto. Y es que el centro de Grecia es prácticamente latinoamericano, sol, edificios de los 60s que vieron mejores tiempos, mucha suciedad y vendedores ambulantes, el calor, todo se me hizo super familiar, y la simpatía, ¡super simpáticos!, amables. Otra evidencia más que la barrera del lenguaje no es limitante para cuando se quiere expresar bienvenida por otro.

El acrópolis y los otros monumentos

Creo que se puede decir poco mas que, que suerte que tengo! Estar en el lugar donde nació en gran parte, nuestra cultura, la modos de la sociedad, la democracia, filosofía entre tantas otras cosas. Es imposible que la imaginación no viaje cuando se está en los lugares donde se desenvuelve tantos episodios de la mitología.

El templo de Hefestos

No podía dejar pasar en cuando descubrí esos mitos, era chico, rondando los 10 años , me recordé en esa etapa de la vida y me sigo sintiendo igual, siento que es de hecho en buena parte mi definición: una mente curiosa que se  maravilla descubriendo , hurgando en la historia y en historia, una mente que quiere saber, enterarse, descubrir.

Desde hace algunos años me decía que he debido ser periodista, psicólogo o ambas. No se se si llegué a serlo, pero si quiero mantener esta curiosidad y voluntad de contar historias, ese va a ser el gran regalo de esta nueva vuelta al sol.

Feliz cumple a mi! Nos leemos en el próximo capítulo!

 

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