Decilo!

Comienzo este post luego de dejar unos días la escritura, habrá sido una semana o algo así. Lo lindo que ha sido poder registrar una especie de vacío, de comezón mental si es que eso existe, e incluso un vacío físico, algo me faltaba, y era precisamente este encuentro ya semanal, ¡pensar que me tomaba meses llenar una página! Comparo esa sensación con la que da con el ejercicio físico, se llega a un nivel de la rutina en el que luego cuando no está, el cuerpo lo demanda, en este caso, me lo ha demandado el espíritu.

La cuestión es que me es reconfortante tener esa sensación y más importante, accionar sobre ella. La semana pasada logré escribir 2 posteos y luego un poco me achanché, por otro lado, durante estos últimos fines de semana de lluvias intermitentes y de encierro forzado, se me ocurrió retomar la idea por la que inicié este proyecto de escribir y que me parece que nunca conté por este medio: resulta que tengo otra pasión, la crónica negra, desde la infancia me llamó la atención estas historias de crímenes y sus víctimas, desde hace años paso escuchando muchas historias de este tipo por semana, llegando a acumular una larguísima colección. No solo se trata de una simple curiosidad morbosa, se trata de entender y sorprenderse con lo que puede hacer alguien en contra de un propio, sin importar cual pueda ser el motivo, si es que lo hubiere. Siempre digo que un país, una sociedad, una época, habla siempre a través de sus crímenes y de como estos son abordados esa misma sociedad cuando se ve interpelada por un hecho que los estremece. El crimen, bien abordado, es un grandísimo recurso de aprendizaje de vida, que permite apreciar, desde el horror, todos los temas pendientes por resolver desde el individuo y su lazo social hasta la sociedad misma como entidad.

De este tema he bebido hace mucho, y recuerdo que, en época de pandemia, cuando mi principal canal creativo, la fotografía, no tenía lugar, sino que apenas y podía salir a caminar una vez por semana al parque escuchando los Podcast de crímenes. Ahí se ocurrió que podía hacer uno yo mismo, hablar de estas historias que tanto me gusta escuchar y hablar por horas. Así que desde ese momento me puse manos a la obra, con el nombre, con el logo, haciendo cursos de mejoramiento vocal, eligiendo casos, un montón de trabajo creativo con el que llenar esas horas de encierro.

Conté con un impulso extra que no me esperaba, y es que para el primer episodio elegí el caso que dio curso definitivo a la figura penal al femicidio, aparecieron varias historias personales de personas que me rodeaban en ese momento y que me impulso a que, de alguna manera, tenia que contar algo al respecto, hacer algo.

Y en eso estaba hasta que surgieron viejos patrones con respecto a la concreción: luego de lidiar con muchísimos retrasos y resistencias propias, lo llevé a cabo, recibí buenos comentarios y luego…. simplemente abandoné. Fue parar al mismo trastero de pasiones olvidadas por un larguísimo tiempo, hasta ahora.

Con fuerzas y atención potenciadas hacia mi hacer, me he dedicado (con éxito) a escribir el guion para un nuevo episodio! Maravilloso! Luego me encontré con otro desafío: Me registré en resistencia en cuando a animarme a grabar, a decir. En este proceso llevo un par de semanas, siento un resquemor, algún miedo a la exposición, al que mi voz se escuche.

Aca casual, enfrentandome al microfono y a la edicion

Una vez lo detecté, me forcé a hacer unos primeros intentos de plantarme frente al micrófono e intentarlo, lo hice! Aun así, luego de otra semana, me encuentro con el resquemor de vuelta, se me ocurrió entonces otra idea para combatirlo: Escribir sobre ello, sobre las dificultades de poder hablar, pero no solo eso, ahora doblo la apuesta y me animo a acompañar este texto también con mi voz, más específicamente, con la presentación de mi próximo episodio:

El experimento parece, me ha salido bien, una vez mas la escritura es el medio de acercamiento a la consolidación. Aun me falta grabar el episodio completo y publicarlo, demás esta decir que es un cumulo de desprolijidades, como todo inicio. El de hoy es un paso más adelante dentro de esta batalla tremenda contra las resistencias propias que hay que sortear para poder realizarse.

Pero ese es trabajo que realizar para más adelante, nos leeremos, y escucharemos también? Les presento un link a “Sin razón aparente”, mi podcast.

Hasta la próxima!

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