The queen is dead…

 

En este renacer del hacer que he tenido en los últimos meses, tuve (a falta de los internos) otro obstáculo que superar, se trató de la muerte de mi cámara Reflex, murió “en el campo de batalla” a medio camino durante una sesión grupal en el verano reciente, parecía una avería sencilla, pero no lo fue, con la ayuda de un video youtube, lo resolví! O al menos eso pensé, hasta que estando de viaje en Grecia y listo para hacer mi primera foto con ella, pum! No encendió nunca más! así que la volver pensé en llevarla a un servicio, paso a ser algo bastante mas complicado de lo que pensé, finalmente logre llevarla a un técnico, solo para recibir la noticia de que no podía ser reparada, ayer pase a retirarla y me pareció justo hacer un homenaje y revisar el rol que jugó en mi vida luego de todos estos años.

La ultima foto

Antes de esta cámara, tuve solo una réflex, una muy básica y ya anticuada para la época en que comencé a cursar la carrera fotográfica. Recuerdo que esa primera cámara la llame “margarita” era el segundo nombre de una chica que me gustaba y de la que me había enamorado por aquellos años 2000s (sin más comentarios acerca mis pelotudeces vintage) lo cierto es que me había costado mucho tenerla, los que vivimos en países donde las importaciones son restringidas saben lo que es. lo importante es que ahí estaba, la tenía y fue la cámara que me permitió cursar “en serio” esos pequeños primeros cursos de fotografía y la que me llevo a soñar por primera vez que no era un pasatiempo, que era una pasión, que me sentía como nunca hasta ese momento. Recuerdo el sonido del obturador, que placer! Ahora podía escucharlo tantas veces como quisiera.  la primera vez que pude hacer fotos con flashes en un estudio, ahí me sentí en casa, sentí que era eso lo que quería hacer.

Cuando llego el momento de cursar la carrera, seguía teniendo la misma cámara, me sirvió para aprender, mucho, para mis primeras aventuras haciendo sesiones por mi cuenta, para descubrir, para crecer. Recuerdo tener compañeros que con cámaras más avanzadas, esas con “full frame” que tanta calidad daban y que yo no podía alcanzar, aun así, y como debe ser siempre, hacia todo lo que podía con lo que tenía.

Pasó el tiempo y la carrera culminó, ahí directamente me puse en campaña y empecé a ahorrar, quería dar el salto técnico, ya me había titulado, ya había identificado que la fotografía #BodyPositve femenina seria mi objetivo, y en mi mente estaba mi primer emprendimiento fotográfico: Ofrecer fotos para diseñadoras de ropa Plus Size! así que hice todo un reto: empecé a ahorrar y con algo de suerte pude comprarme mis primeros lentes profesionales y tantos accesorios mas, pero aun faltaba la cámara, cambiar de cámara.

La oportunidad llego en 2016, por una suerte en el trabajo que tenia en el momento, tuve un mes de viaje por México, USA y Canadá, de los mejores viajes de mi vida hasta ahora! Lo cierto es que tenia mis ahorros, y pude comprar finalmente la cámara full frame! Era usada, y la compre para que le llegase a mi jefe en USA y luego yo pasaría por ella. Que emoción cuando la tuve en mis manos! Mas que un objeto del deseo era la materialización de una meta, inmediatamente me puse a jugar con ella a entenderla, a compenetrarme. La cámara se convierte en una extensión de uno mismo, el saber manejarla tiene que llegar a ser algo natural y así lo fue.

 

Luego vinieron esos primeros viajes a Chile, buscando modelos y queriendo armar un porfolio, las búsquedas activas por Facebook, las locaciones, el coordinar yo mismo mis propias producciones y mas adelante, plantear yo mismo una obra y trabajar en ello, que decir, mi cámara es mi medio.

 
Mi primera sesion gestionada por mi y fuera del Pais.

No puedo dejar de hacer este homenaje sin contar la buena cantidad de años de letargo, ese apagón que sin avisar deje de simplemente de usarla, deje de expresarme, al poco tiempo apareció la pandemia y todo aquello que fue, ahora que lo veo con el paso del tiempo, ya poco antes que viniese la pandemia, yo me había abandonado, de no haber existido la pandemia me cuesta imaginarme que mi accionar hubiese sido diferente. En todo caso, como parte del proceso de psicoanálisis que llevaba para la época, decidí un día ir al cementerio de Recoleta, como solía hacer anteriormente cuando quería estrenar algún lente nuevo y finalmente hice un intento por hacer fotos, me sentía raro, como pesado, incomodo, forzado. Aun así, era algo, mas que nada, más que los últimos años de pleno letargo, también deje constancia de ese momento acá en este blog, que por supuesto, tenía tantas manchas de humedad como el estuche de la cámara misma.

Me llego el momento de mudarme de país, y con ello el desprenderme de varios, muchos accesorios, comprados con toda la ilusión de emprender y profesionalizarme, no sentí nada al desprenderme de ellos, así estaba de alejado. Paso luego algo que aun hoy no he podido resolver y que es materia pendiente: Por una muy inexplicable razón, perdí los dos backups que tenia sobre mi proyecto personal que venia trabajando y que por el que había trabajado tanto, había viajado por varios países, había logrado varias que posaran mujeres que ni yo me podía creer que hubiesen aceptado, y aun así, los perdí y no es que este muy doliente al respecto. Al escribir esto, de cierta manera me sorprende y me hace despertar al respecto: tengo que al menos hacer recuperar las fotos que perdí, al menos eso, no puedo dejarlo morir así no más!

Pero volviendo al relato, este año tuve un “volver”, un memento acerca de la responsabilidad subjetiva, y de como tenía que, de algún modo, hacerme cargo y moverme, accionar en función de mi deseo y así fu. como suele ocurrir, cuando uno se determina a hacer algo, las oportunidades se hacen visibles, y así surgieron un par de sesiones grupales, en las que pude hacer congeniar muy bien, me sentí tan bien, dirigiendo a una modelo, consiguiendo los ángulos que quiero, componiendo en vivo, eso es lo mío! Lo viví con una, dos y tres veces, en la tercera, hacia fotos con una chica de Azerbaiyán recuerdo. La estábamos pasando re bien cuando de la nada mi cámara, luego de que descargase por completo una batería, no respondió a una segunda batería, ni a una tercera ni una cuarta, lo que me llevo al párrafo inicial de este post y del que nunca pensé que me extendería de este modo, pero amo cuando empiezo a escribir y no poder parar.

Como decía al principio, ayer justo había recibido ( y bien cabe la imagen) el cuerpo de mi cámara, sin reparación.

Ahora se me plantea otra situación, tener que comprar una nueva cámara, que no es cosa menor y cae en un momento de coyuntura de la vida, pero tengo que hacerlo, me juego la identidad y el trabajo tremendo de todos estos últimos años de terapia y avance propio, lo resolveré espero este mes. De momento, y para rendir homenaje quiero decir: Gracias Canon 5D MK3! Fuiste mi compañera con la que materialice sueños e imaginación, compañera de viajes y de tantos momentos de disfrute, la lleve siempre con amor, el peso en el cuello nunca fue un lastre, al contrario, siempre fue parte de mí.

Si bien me ha permitido aventurarme un poco en el video, la verdad es que la foto es mi medio y hoy, que ya no tengo mas mi cámara, es cuando mas siento que la necesito.

Gracias querida!

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